domingo, 26 de noviembre de 2017

Burgos

      Aprovechando la bonanza meteorológica de este mes de Noviembre y que la ocasión era para no perdérsela, fuimos a pasar el domingo a la capital bugalesa. Como he dicho la excusa era perfecta. Acompañados de un historiador del prestigio de Alberto Santana fuimos un grupo de 20 personas con un programa elaborado por José Angel Calvo, uno de los excursionistas. José Angel, tolosarra de pro, es un entusiasta de las recreaciones históricas. En estas recreaciones ha solido coincidir con Fabiola Monzón, arqueóloga burgalesa que actualmente se halla inmersa en varias iniciativas, entre ellas el descubrimiento del llamado Solar del Cid y de la antigua iglesia de San Román. El plan era de lo más apetitoso. Con Fabiola visitaríamos las ruinas del Solar del Cid y de la iglesia de San Román, y con Alberto, inmersión total en la Catedral.

Fachada oeste de la Catedral

      La salida desde San Sebastián fue a las 8 de la mañana en microbús. Paramos en Zarauz y Bergara para recoger a más gente y rumbo a Burgos. Allí nos esperaba Fabiola con su marido Antonio. Un matrimonio de lo más interesante. En primer lugar nos dirigimos al Solar del Cid, unas excavaciones que han dejado a la vista unas ruinas que se cree corresponden a la casa del Cid.

Solar del Cid

      Rodrigo Díaz de Vivar (1048-1099), El Cid Campeador con su caballo Babieca y sus espadas "La Tizona" y "La Colada" fue un personaje mítico donde los haya y que desde pequeños hemos asociado a un héroe nacional o cruzado en favor de la Reconquista. Recuerdo de pequeño cuando la N1 pasaba por Burgos capital, ahí estaba, en una colosal estatua subido en su caballo.

Estatua del Cid

      Repasando su biografía leo que actualmente sería considerado un mercenario ya que a lo largo de su vida se puso a las órdenes de diferentes caudillos, tanto cristianos como musulmanes por lo que se concluye que luchó siempre en beneficio propio. Desde 1921 sus restos mortales se encuentran junto a los de su mujer Doña Jimena en el crucero de la Catedral de Burgos.

Fabiola Monzón

      Una vez terminada la visita de estas ruinas nos dirigimos andando a visitar otras. Las de la iglesia de San Román. Esta iglesia fue destruída el 18 de octubre de 1812 en el contexto de la Guerra de la Independencia. Estaba situada en la parte alta de la ciudad, cerca del castillo, y hasta ese momento ocupada por tropas francesas. Durante el asedio de Burgos a cargo del Duque de Wellington los franceses colocaron cargas de dinamita dentro de la iglesia y al ser ocupada por las tropas aliadas la hicieron volar por los aires. Actualmente se está excavando la zona habiendo quedado al descubierto un fragmento de uno de los muros y parte del suelo que por desgracia estaba tapado.

Ruinas de la Iglesia de San Román

      Fabiola se explayó y nos dio todo tipo de explicaciones sobre ambas excavaciones. Una vez terminadas estas dos visitas se despidió de nosotros y le obsequiamos con unas viandas que José Angel se había encargado de comprar el sábado en el Tinglado de Tolosa: Alubias, guindillas, nueces.....
      Personalmente pienso que perdimos mucho tiempo en estas dos visitas porque nos restó tiempo para visitar con calma la Catedral.

Alberto Santana dando explicaciones

      Desde las ruinas de San Román, andando, llegamos hasta la Catedral. Ahí Alberto cogió las riendas. Empezó situándonos en el contexto en el que se construyó la Catedral. Quien era entonces el Rey de Castilla-León y porqué en Burgos se decidió la construcción de semejante iglesia. El recuerdo que tengo de sus clases de Historia y de Historia del Arte se hizo patente y fue una maravilla de exposición a la que añadió notas de cosecha propia con mucho sentido del humor.



      Entre las explicaciones que dio me llamó la atención que insistiera en que para visitar bien Burgos se necesitarían 2-3 días, ya que aparte de la Catedral hay otras cinco iglesias que merecen la pena. Una de ellas muy próxima, la iglesia de San Nicolás de Bari con un retablo impresionante al que dedicó como media hora de explicación y que vemos en la fotografía de abajo.

Retablo de la Iglesia de San Nicolás

      Es uno de los retablos más monumentales e impresionantes del arte renacentista castellano realizado en el siglo XV. Diseñado por Simón de Colonia y realizado por su hijo Francisco en piedra caliza de Hontoria de la Cantera (Burgos) fue encargado por el comerciante burgalés Gonzalo López de Polanco y su esposa Leonor de Miranda para ser destinado como  monumento funerario propio siguiendo un tradición ya arraigada en Burgos en la que los ricos mercaderes, emulando a las grandes familias nobles, se patrocinaban lujosos enterramientos.  Tal y como hizo Isabel la Católica al encargar a Gil de Siloé un monumento funerario para sus padres (Juan II de Castilla e Isabel de Portugal) y que se encuentra en la Cartuja de Miraflores.

Tumba de los padres de Isabel la Católica

       Salimos de San Nicolás y fuimos rodeando la catedral viendo en primer lugar la portada norte, pasamos por la cabecera y terminamos en la portada sur, que da a la plaza de la Catedral.

Portada Sur

      En esta fachada podemos admirar la llamada Puerta del Sarmental a la que se accede salvando una pronunciada escalinata. Construída aproximadamente entre 1230 y 1240 es uno de los mejores conjuntos escultóricos del clasicismo gótico del siglo XIII en España. Esta puerta está dividida por un parteluz en el que aparece una estatua moderna que sustituye a la original deteriorada que podría representar al obispo Mauricio, prelado de la diócesis burgalesa desde 1213 y promotor de la construcción de esta catedral junto al rey Fernando III de Castilla.

Puerta del Sarmental

      En la fotografía superior podemos observar el tímpano y las arquivoltas (arcos que rodean el tímpano) atribuídos al Maestro del Beau Dieu de Amiens. Es indudable la influencia de las esculturas de la Catedral de Amiens en esta portada. En el tiímpano, en el centro, Cristo sentado con las sagradas escrituras en su mano izquierda rodeado de los cuatro Evangelistas representados de dos maneras: icónicamente sentados en sus pupitres escribiendo y simbólicamente como Tetramorfos (San Marcos león, San Juan águila, San Mateo ángel y San Lucas toro). En la arquivolta exterior están representados los 24 ancianos del Apocalipsis, en el centro una alegoría de las artes y en el interno un coro de ángeles cada uno de ellos con un incensario. Separado del parteluz por un dintel vemos un Apostolado al completo en pose sedente. En las jambas laterales (bajo las arquivoltas) seis figuras esculpidas cuatro de ellas fácilmente identificables (San Pedro, San Pablo, Moisés y Aarón).

      Se hacía tarde y había que ir a comer para continuar con la visita al interior del Catedral. Pero antes de comer una última visita. Esta vez a la Puerta de Santa María que da acceso a la plaza.

Puerta de San María

      Esta puerta fue construída entre 1536 y 1553 y remodelada posteriormente por Francisco de Colonia y Juan de Vallejo. En piedra caliza de Hontoria de la Cantera. Fue construída por las autoridades burgalesas en honor al Emperador Carlos V para congraciarse por las guerras comuneras en las que participaron algunos concejales de la ciudad y que posteriormente fueron ajusticiados. Su distribución es como si se tratara de un retablo. Las esculturas son de Martín Ochoa de Arteaga. En la parte superior una imagen de la Virgen María. Debajo un ángel custodio lleva en su mano izquierda una maqueta de la ciudad de Burgos. Bajo el ángel en la primera hilera, en el centro y sobre un pedestal, Carlos V Emperador sujetando en su mano izquierda una bola con una cruz que representa al mundo cristiano. A su derecha Fernán González, primer conde independiente de Burgos y a su izquierda el Cid Campeador. Debajo, en el centro, el fundador de la ciudad, el Conde Diego Rodríguez Porcelos y a ambos lados los jueces de Castilla. A su derecha Nuño Rasura y a su izquierda Laín Calvo.



      Por fin a comer. Mucha información recibida y que había que asimilar. José Angel nos organizó la comida en el restaurante Puerta Real en la misma plaza de la Catedral (www.puertareal.es). Unos entrantes típicos de la zona, chorizo y morcilla de Burgos, un lechazo que estaba fuera de serie y de postre una tarta de chocolate. Todo regado con un buen Ribera del Duero. Café y chupitos invitación de la casa. La comida se alargó bastante y para cuando salimos del restaurante ya no se podía visitar la Catedral. Conseguimos entrar y medio de estrangis Alberto nos fue explicando algunas cosas hasta que amablemente nos invitaron a abandonar el recinto. Fue una pena porque el interior da como para un buen rato. 


Fachada sur de la Catedral

      El chófer del autobús nos recogió hacia las siete de la tarde y vuelta a casa. Fue una agradable y muy interesante jornada sobre todo por la compañía de Alberto Santana. Un auténtico lujo poder contar con él.
 
Un saludo,