miércoles, 19 de junio de 2013

Gaztelubide

      Gaztelubide es una Sociedad Gastronómica de San Sebastián sita en la Parte Vieja, junto a la Parroquia de Santa María (www.gaztelubide.org).  Como su nombre indica está junto a un camino que sube hacia el castillo que hay en Urgull (Castillo de la Mota). Gaztelubide nace de una escisión de la Sociedad Gaztelupe, situada en la calle 31 de Agosto, en 1933. Su sede se inaugura el 19 de Enero de 1934 y esa noche sale por primera vez su tamborrada. En su escudo se pueden ver unas cifras (44 y 51) que se corresponden con el resultado de la votación que hubo en Gaztelupe.

Escudo de Gaztelubide

      Juan Mari Abad es un socio histórico de Gaztelubide y como Tambor Mayor dirigió su tamborrada desde el año 1995 hasta el 2008 (ambos inclusive)  . Es un hombre entañable y muy querido por cualquier persona que le conozca. Desde hace varios años nos invita a unos compañeros de trabajo a la cena de la víspera de San Sebastián. Este año nos invitó el domingo 16 de Junio a lo que llaman " Almuerzo de Exaltación de la Verdura de Tudela". En esta ocasión fuimos acompañados por nuestras féminas, lo cual no está permitido en la cena de la víspera de San Sebastián.


      En la foto de arriba podemos ver un aspecto de la Sociedad durante la comida. Estábamos 110 comensales. Al fondo se ve a tres joteros de Tudela y a una acordeonista (sentada) que nos cantaron  jotas navarras a lo largo de la comida.

      El menú fué de lo más sugerente: Ensalada de cogollos del grumillo con tomate feo de Tudela, cebolla babosa y rabanetas. Espárragos frescos en aceite virgen extra. Cebollas estofadas con puré de hinojo. Alcachofas con hongos, pochas a la navarra y carrilleras de ternera con verdura. Canutillos con mousse de espárrago y chocolate caliente en los postres y después, cafés, copas y el que quería champán.. Todo cocinado por la Bodega/Restaurante Prícipe de Viana, de Murchante (Navarra), con José Aguado Hernández (Socio de Gaztelubide y Jefe de Cocina del Restaurante) al frente de cuatro cocineros. Los caldos procedían de la misma bodega (Tinto Crianza y Blanco Chardonay). Los cocineros se habían levantado a las 5 de la mañana y con todos los ingredientes desde Murchante  a Gaztelubide.

Orfeón de La Castaña dándolo todo

      La comida fue amenizada por el Orfeón de La Castaña, compuesto por socios, y unos joteros de Tudela. Este Orfeón pasea el nombre de la Sociedad por medio mundo ya que organizan muchas excursiones y cantan por todas partes. Durante la comida interpretaron piezas musicales como boleros zarzuela, ópera, folclore vasco, etc. También lo hicieron de forma individual. Todo acompañado por un pianista. También vendieron boletos para un sorteo de un crucero por el Mediterráneo en Septiembre. Aparte de cantar en muchos sitios lo harán también en el barco.

      Mención aparte merece el "numerito" de Juan Mari Abad y "Marquitos" interpretando el bolero "Muñequita linda". Es para verlo y oirlo. Geniales.

      En resumen, comida muy agradable y entretenida. Para cuando nos dimos cuenta eran ya las 7h 30. Era el momento de la despedida a pesar de que el ambiente todavía seguía.

      Un saludo,

miércoles, 5 de junio de 2013

Las tres caras

      Estando de residente en el Hospital General de Vic (Barcelona), dentro del Servicio de Anestesiología y Reanimación, tenía como Jefe de Servicio al Dr. Vicenç Lluis Planella. El Dr. Planella, de dilatada trayectoria como anestesiólogo, había llegado a ser Jefe de Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Clinic de Barcelona así como Presidente de la Sociedad Catalana de Anestesiología y Reanimación. Era una persona entrañable. De un carácter muy fuerte pero a la vez muy noble y defensor a ultranza de los miembros de su equipo, mantuvo muy cohesionado al Servicio y éramos todos una piña. La verdad es que fueron muy buenos años de aprendizaje y formábamos un equipo en el que "los mayores" nos enseñaban a "los pequeños" y desde muy pronto nos dejaron volar solos. El hecho de que el Servicio fuera el responsable de la Unidad de Reanimación, que funcionaba como una auténtica UCI  dadas las características de los pacientes, fue muy importante para la formación de los que estábamos como residentes (Jordi Serrat y yo). Tuvimos una visión muy amplia de lo que es un enfermo crítico así como del seguimiento de los postoperados graves.

      Hace unos días encontré parte de un llavero de plata que el Dr. Planella nos regaló a todos los miembros del Servicio. Representa de una manera muy fidedigna el antes, el durante y el después de lo que para un paciente significa someterse a una anestesia general. En el llavero también aparecen las iniciales de cada uno de nosotros.

      En la parte superior del llavero vemos una cara que nos expresa preocupación. El paciente está intranquilo, receloso, temeroso. Todo para él es nuevo y muestra sus inquietudes: ¿Me darán "demasiada" anestesia?, ¿me despertaré en mitad de la intervención?, ¿me despertaré cuando termine la intervención?, ¿me puedo morir?. Son preguntas que frecuentemente nos hacen los pacientes en la visita preoperatoria. La cara inferior nos muestra al mismo paciente dormido con los ojos cerrados y los párpados caídos. El día de la intervención quirúrgica ha llegado y el anestesiólogo le acaba de administrar las drogas correspondientes. Cara de indiferencia y de no sentir absolutamente nada. Los fármacos anestésicos que hemos administrado están cumpliendo su objetivo.




   
     Y vayamos a la tercera cara: la intervención se ha desarrollado dentro de la normalidad, el paciente se ha despertado, el cirujano ha hablado con él y le ha explicado el alcance de la cirugía. El anestesiólogo responsable, dentro de su cometido de tratar el dolor, ha dado con la combinación perfecta de analgésicos y el equipo de la Unidad de Reanimación Postanestésica lo tranquiliza y controla sus constantes vitales. El paciente  muestra placidez y confort.

    He decidido publicar las caras por dos motivos. Primero como recuerdo al Dr. Planella, con quien me carteé en varias ocasiones una vez dejé el Hospital General de Vic y del que guardo muy grato recuerdo y en segundo lugar por lo mucho que dice este llavero con sólo ver las tres caras. Expresa perfectamente todo lo relacionado con el mundo de la Anestesiología y su relación con el paciente. ¡Cuánto se podría escribir mirando estas tres caras!.

      Un saludo,