miércoles, 16 de agosto de 2017

La Toscana

      Hace unos días, aprovechando una semana de vacaciones, nos dimos un garbeo por la Toscana. Era un viaje organizado por los alumnos del 4º curso de la carrera de Humanidades; estudios organizados por la UPV para  mayores de 55 años. De esta manera celebraban el fin de carrera y algunos  de los que fuimos éramos  "postizos" de los recién graduados. Unos días antes, en el Centro Carlos Santamaría de la UPV y bajo la presidencia de la rectora Nekane Balluerka, tuvo lugar la entrega de los diplomas correspondientes en un solemne acto.

Foto de los recién graduados

      Fue un viaje muy intenso y visitamos ciudades (Florencia, Lucca, Pisa, Siena, San Gimignano), museos, catedrales, etc. También, dentro del periplo, estaba organizada una visita a la costa mediterránea, concretamente una zona denominada Cinco Tierras (Cinque Terre) perteneciente a la región de Liguria cuya capital es Génova y muy próxima a La Spezia.



      Llegó el día D y tras un buen madrugón, en avión desde Fuenterrabía nos dirigimos a Madrid. Un par de horas de espera y rumbo a Florencia. Llegamos a las tres de la tarde y allí nos esperaba el guía que nos acompañó  todos los días, Matteo. Un gran guía. En autobús nos llevó hasta el hotel (Hotel Londra: www.hotellondra.com/es/ ). Un hotel de cuatro estrellas muy céntrico, junto a la estación de tren Santa Maria Novella, y a 15 minutos andando del Duomo. Muy recomendable. Ese fue nuestro cuartel general durante los seis días que estuvimos visitando la Toscana.

Rumbo a Florencia

      Nada mas llegar nos aseamos y salimos a comer. En la misma estación, en la terraza superior, encontramos una Trattoria y entre pecho y espada degustamos una maravillosa pizza con su birra correspondiente. Una vez repuestos preguntamos al camarero como podíamos acceder a la Piazzale Michelangelo (Plaza Miguel Angel). Muy cerca de donde estábamos paraba el autobús (el 12) que nos llevó al destino.

Plaza Miguel Angel

      Como podemos ver en la fotografía, esta plaza es netamente turística. Muchos tenderetes y vendedores ambulantes. Desde allí se disfruta de una panorámica impresionante de la ciudad de Florencia y se pueden contemplar algunas de las construcciones más importantes de la ciudad como la catedral de Santa María del Fiore, el campanario, la cúpula de la catedral, obra de Filippo Brunelleschi, la torre del Palazzo Vecchio (Torre Arnolfo), la iglesia de La Santa Croce.......También el río Arno y como no el Ponte Vecchio.

Vista de la ciudad

      El calor apretaba de lo lindo y después de hidratarnos  fuimos caminando a visitar la Basílica de San Miniato al Monte. Subimos unos cuantos peldaños y llegamos a una explanada donde está la impresionante fachada de esta iglesia.

Acceso a San Miniato

      Su construcción se inició en el año 1013. Su fachada data del año 1090 y es el más bello ejemplo de arquitectura románico-florentina de la Toscana. Construída con mármoles blancos y verdes está inspirada en un clasicismo geométrico copiado de mármoles de edificios romanos.

Fachada
 
      En el recuadro superior de la fachada vemos un mosaico de inspiración bizantina datado en 1260: Jesucristo entre San Miniato y la Virgen. El interior es asimismo espectacular. Imposible de relatarlo en unas líneas. Llama la atención la abundancia de mármoles tanto en las columnas como en el suelo en el que podemos encontrar una impresionante representación de los signos del zodíaco. Este suelo es una auténtica obra maestra de marquetería con mármol. Destaca en el ábside un impresionante mosaico que al igual que el de la fachada es también de inspiración bizantina datado en 1279 y que representa a Cristo bendiciendo entre la Virgen y San Miniato coronado. A los dos costados de Jesucristo está representado el tetramorfos que identifica a los 4 evangelistas (águila - San Juan, león - San Marcos, toro - San Lucas y ángel - San Mateo).

Mosaico del ábside

      Todo hay que decirlo: dentro se estaba muy bien. Fuera el calor te aplastaba. En la explanada de  la iglesia nos encontramos con algunos compañeros de viaje y aprovechamos para hacernos unas fotos.

Foto del grupo

      Una vez realizada la visita bajamos andando a la ciudad y la sed apretaba. Así que cervecita al canto y a relajarse en una terraza.
 
Ponte Vecchio
 
      Caminando nos dirigimos por la orilla del Arno hacia el Ponte Vecchio. Este puente es otro de los iconos de esta ciudad renacentista.

Rio Arno y el Ponte Vecchio

      Este puente fue construido entre 1335 y 1345. Desde el principio fue ocupado por comerciantes ya que, según cuenta la leyenda, las ventas estaban libres de impuestos. En la mitad del puente hay un busto del prestigioso orfebre Benvenuto Cellini. En la parte superior del puente y en la orilla de enfrente, sobre las arcadas, podemos ver unas ventanas cuadradas alineadas. Es el llamado Corredor Vasariano. En 1565 Cosme I de Médici, jefe del gobierno de Florencia, encargó a Giorgio Vasari la construcción de este corredor que une el Palacio Pitti, residencia de Cosme I, con el Palacio Vecchio, en ese momento sede del gobierno de la República Florentina. Su construcción duró 5 meses. De esa manera podía ir de un lugar a otro caminando sin mezclarse con la gente y  no se exponía a posibles atentados contra su persona. En esa época el puente estaba ocupado por carnicerías. El mal olor reinante debía molestar tanto al aristócrata cuando caminaba por encima del puente  que el propio Cosme I ordenó expulsar a los carniceros y desde entonces su lugar fue ocupado por joyeros y relojeros. Durante la Segunda Guerra Mundial todos los puentes de Florencia, excepto éste,  fueron destruidos por los alemanes en su retirada. Según se dice fue el propio Hitler quien ordenó su no destrucción.

Corredor Vasariano

      Atravesamos el puente y nos dirigimos hacia la Plaza de la Señoría.

      

      Esta plaza constituye el núcleo urbano por excelencia de la ciudad. Está muy próxima a la catedral, junto a la Galeria de Uffizi. El edificio más importante es el Palcio Vecchio o Palacio de la Señoría que constituía el poder civil mientras que el Duomo, muy próximo, constituia el poder religioso.

Palacio Vecchio con la Torre de Arnolfo

      La construcción del palacio comenzó en 1299  siendo encargada la obra a Arnolfo di Cambio. En 1302 fallece siendo terminado por otros artistas. Destaca la torre que recibe el nombre de Torre de Arnolfo. En ella, por encima del reloj, podemos ver una ventana, es el llamado Alberguetto, celda donde entro otros estuvieron prisioneros Cosme de Médici (el Viejo) en 1433 y Girolamo Savonarola antes de ser ajusticiado. Inicialmente se llamó Palacio dei Priori. En el siglo XV recibió el nombre de Palacio de la Señoría por albergar el organismo principal de la República Florentina. Más adelante recibió el nombre de Palacio Ducal ya que Cosme I (Gran Duque de La Toscana)  lo utilizó como residencia privada. En 1565 al trasladar su residencia al Palacio Pitti, tras casarse con Leonor de Toledo, se cambíó el nombre por el de Palacio Viejo o Vecchio.

Entrada al Palacio

      Su entrada está flanqueada por dos esculturas. A la izquierda una copia del David de Miguel Angel. Inicialmente era la pieza original la que ocupaba su lugar y fue colocada por el artista en 1504.  En 1873 se trasladó a la Galería de la Academia. En 1910 se sustituyó por esta copia. A su izquierda vemos la escultura de Baccio Bardinelli, Hércules y Caco. Encima de la puerta podemos ver un frontispicio realizado en mármol en 1528 flanqueado por dos leones.

Palazzo Vecchio

      Teniendo en cuenta que habíamos llegado al mediodía nos dimos por satisfechos de todo lo que pudimos ver esa tarde así que de la Señoría fuimos paseando por las calles de alrededor y disfrutando de la poca gente que a esas horas y siendo domingo andaba por el centro. Buscamos una trattoria para cenar (en Italia lo de comer te lo ponen muy fácil) y caminando al hotel a través de una caótica calle que estaba en obras, pasaba el tranvía, casi sin acera..... Al día siguiente nos esperaba una buena paliza ya que estaba destinado a visitar Florencia acompañados por Matteo, el guía.




      Si mal no recuerdo el teléfono sonó a las 7h30 y a desayunar. El  buffet muy completo. Reconozco que a esas horas no tengo apetito. Alucino con lo que mucha gente arrampla para desayunar. Es que arrasan con todo y encima abren el bolso o la mochila y lo que se puedan llevar ahí lo meten. No entiendo como pueden levantarse de la mesa y encontrarse bien. A las 9 habíamos quedado con el guía y caminando fuimos a visitar el exterior de la Iglesia de Santa María Novella, muy próxima al hotel.
 


Santa María Novella

       La construcción de esta iglesia se inició el año 1049 y se amplió en 1279 terminando su construcción a mediados del siglo XIII. La fachada combina el mármol blanco y verde y es una de las obras más importantes del Renacimiento italiano. Fue proyectada por Leon Battista Alberti terminándose en 1470. Combina perfectamente elementos geométricos y proporciones copiados de lo que Alberti había observado en las construcciones romanas pertenecientes a la época del Imperio Romano.
 
Iconos del Renacimiento: Miguel Angel, Leonardo da Vinci, Botticelli
 
       El año 476 d.c. cae el Imperio Romano en manos de los germánicos. Desde entonces Europa entra en la Edad Media, una época oscura, sin apenas innovaciones artísticas hasta que en Florencia hacia el 1300 y gracias al mecenazgo de familias importantes ligadas al comercio, comienza a explosionar lo que más tarde sería llamado El Renacimiento, es decir, un renacer del arte inspirándose en el mundo clásico (Grecia y Roma fundamentalmente).  

Catedral, Campanario y Baptisterio del Duomo

  Tras este paréntesis histórico continúo con la visita guida. A continuación nos dirigimos al Duomo, auténtico centro neurálgico de la ciudad. Aquí se encuentran los tres elementos más representativos: El Baptisterio, la Catedral de Santa María del Fiore y el Campanile o Campanario. Los tres elementos separados uno del otro tal y como ocurre en Pisa.




      Describir estas tres construcciones nos llevaría mucho tiempo. podemos ver también como predomina el mármol blanco (Carrara) y el verde (Prato, localidad toscana) combinados ambos con mármol rojo (Siena). Las fachadas recuerdan a la de Santa María Novella con sus proporciones y formas geométricas. Yo destacaría dos elementos de todo este conjunto: La Cúpula de la Catedral y una de las puertas del Baptisterio.

Puerta del Paraíso


      Comencemos con la puerta del Baptisterio, concretamente la llamada Puerta del Paraíso, obra de Lorenzo Ghiberti. Es la puerta este, frente a la catedral. Son 10 paneles hechos en bronce a los que dedicó 27 años de trabajo (1425-1452) junto a su hijo Victorio y otros artistas. Representan diversos acontecimientos del Antiguo Testamento: Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham, Isaac con Esaú, José, Moisés, Jossué, David, Salomón y la Reina de Saba.  Actualmente lo que podemos contemplar son reproducciones de los originales que ante el deterioro que estaban sufriendo, fueron retirados en 1990. Estos originales se encuentran en el Museo dell´Opera del Duomo en contenedores de nitrógeno. En la parte central se pueden ver dos bustos pertenecientes a Lorenzo Ghiberti, a la izquierda y a su hijo Victorio a la derecha.




      Y ahora vamos a la cúpula de la catedral, obra de Filippo Brunelleschi. La Catedral de Santa Maria del Fiore fue diseñada en 1296 por Arnolfo di Cambio, arquitecto que también participó en la construcción de la Basílica de la Santa Cruz y del Palacio Vecchio de Florencia. Diversos acontecimientos fueron posponiendo su construcción hasta 1418, año en el que se finalizó. Quedaba la cúpula por construir. En 1419 a través de un concurso en el que participaron Lorenzo Ghiberti (famoso por su obra en la Puerta del Paraíso) y Filippo Brunelleschi, se adjudicó a éste último la construcción de la cúpula.

Catedral y Cúpula

      Su construcción ha sido un enigma. El propio Brunelleschi se encargó de no dejar ninguna prueba de como lo logró. Hay que tener en cuenta que hace prácticamente 600 años no se contaba con ningún tipo de tecnología para poder ir elevando esa estructura. Brunelleschi fue diseñando sobre la marcha todo tipo de elevadores y sistemas de construcción para poder edificar esa estructura. Una estructura octogonal sin soportes interiores que pudieran contrarrestar el peso. Inventó entre otras cosas la doble cúpula.. Lo que se ve es una estructura "de adorno". Lo interesante está dentro. Cerca de 4 millones de ladrillos que ascendiendo en forma de "espina de pez" son capaces de aguantar todo el peso y rematarlo todo con una linterna. Un arquitecto italiano, Massimo Ricci, ha tardado 25 años en descubrir el secreto de esta construcción. Para él, la disposición en "espina de pez" de los ladrillos es la clave. En You Tube se puede visionar un interesantísimo documental sobre esta teoría ( Documenta2- Los secretos del Duomo, de Alejandro Sarbach). Existe un pasadizo interior, entre la cúpula interna y la externa,  a través del cual se pude ascender hasta arriba. Las vistas deben ser impresionantes y lo digo porque a mí nunca me ha hecho gracia meterme por esos pasadizo estrechos, oscuros y llenos de gente.

Reproducción de la Cúpula: "Espina de pez"

      Visitado el Duomo fuimos caminando hasta la iglesia de Or San Michele (Huerto de San Miguel) llamada así porque ocupa el terreno donde estaba el huerto del desaparecido monasterio de San Miguel. Este edificio fue construido en 1337 y originariamene fue destinado a ser un mercado. Posteriormente entre 1380 y 1404 fue convertido en iglesia.

Or San Michele

      Y continuamos con la visita a los lugares mas emblemáticos de la capital toscana. Caminando y caminando junto a nuestro guía Matteo aterrizamos en el Mercado Nuevo. Ahi podemos contemplar la fuente del Pocellino o jabalí. La tradición aconseja tocarle el morro y pedir un deseo para que se cumpla. Es un mercado donde destaca todo lo relacionado con el cuero, pero mirando los precios concluyes que no todo está confeccionado en Florencia.

Fuente del Jabalí

      Siguiendo con la ruta de Matteo atravesamos el Ponte Vecchio entre mas o menos 300 millones de turistas y nos dirigimos al Palacio Pitti, un palacio con reminiscencias españolas que relataré a continuación. En la siguiente fotografía  del Ponte Vecchio, con sus tiendas, se puede ver, en la parte superior, el corredor Vasariano y abajo a la derecha sujetando una bandera a nuestro guía Matteo.

Entrada al Ponte Vecchio

      Caminando, caminando, llegamos al Palacio Pitti, palacio renacentista construido en 1458 por Luca Pitti, banquero florentino. Esta ciudad está llena de detalles y de historia que tienen mucho que ver con la instauración de la banca tradicional. Aquí se gestó lo que actualmente conocemos como banca que presta dinero cobrando intereses.

Leonor de Toledo

       Pues bien, este palacio, en 1549 fue adquirido por Leonor de Toledo (Leonor Alvarez de Toledo y Osorio) duquesa consorte de Cosme I de Médici, Duque de Florencia y posterior Gran Duque de  La Toscana. Este Cosme es descendiente de Cosme El Viejo, el que estuvo encerrado en La Señoría. Leonor de Toledo era hija de Don Pedro Alvarez de Toledo y Zúñiga, Virrey de Nápoles. Carlos I, rey de España y Emperador quiso entablar una potente alianza con los Médici para que sus tropas procedentes de Nápoles pudieran atravesar La Toscana sin problemas. A pesar de ser una boda pactada, el matrimonio funcionó. y según se dice, tanto Cosme como Leonor, fueron felices.
 
Cosme I de Médici

       Inicialmente se instalaron en el Palacio Médici y posteriormente en La Señoria. Pero Leonor buscaba algo más alejado del centro de la ciudad. El Palacio Pitti estaba en las afueras y tenia un gran parque, los Jardines de Bóboli. Ahí se instalaron y Cosme I encargó a Vasari la ampliación del palacio y la construcción del Corredor Vasariano.

Palacio Pitti

      El sol apretaba de lo lindo y aprovechamos la sombra que nos proporcionaba el palacio para hacer un alto y reponer fuerzas.

Matteo y sus discípulos

      Tras el descanso volvimos a la Plaza de la Señoría y aquí ya nos disolvimos y cada uno a buscarse la vida. La tarde la teníamos libre. Nos dirigimos a una trattoria y a comer. Pasta, por supuesto. Caímos en un local de sabor añejo con los camareros, uno de ellos muy escandaloso, vestidos de blanco y  con el delantal negro correspondiente. Se agradecía el aire acondicionado. Por la tarde fuimos caminando por el centro histórico. Junto al río Arno, en una heladería, cayó el helado de rigor que según salí a la calle y debido al calor se disolvió rápidamente. Es difícil describir y explicar todo lo que ves porque a cada paso que das hay un edificio histórico. Explicaré los que a mí me resultan mas interesantes. En primer lugar el Palacio Strozzi.
 

Palacio Strozzi

      Junto al Palacio Médici-Ricardi forman parte de la llamada arquitectura civil renacentista. Filippo Strozzi era un banquero florentino tradicionalmente hostil a los Médici que tuvo que exiliarse en 1434. Volvió en 1466 decidido a aplastar a sus rivales. El Palacio Médici se construyo en 1444 y los Strozzi decidieron hacer uno mayor que el de los Médici. Son muy similares con un patio central y tres plantas sobre el mismo. Los sillares que se ven en la fachada son almohadillados (pietraforte) y las tres puertas que se abren a cada una de las calles son de un solemne clasicismo. Alrededor del palacio corre un zócalo continuo. En la siguiente fotografía podemos ver una de las entradas del Palcio Médici. Se puede apreciar la similitud entre ambas construcciones.

Palacio Médici

      En las fachadas aparecen portaantorchas, portabanderas y anillas para los caballos.




      Y seguimos en el coche de San Fernando hasta la Plaza de la Anunciatta, muy próxima al Duomo. Es la primera plaza renacentista construída según diseño de Brunelleschi. En el centro la estatua ecuestre de Fernando I de Médici en bronce terminada en 1608.

Plaza de La Anunciatta

   A la izquierda se puede ver la fachada y el pórtico del Hospital de los Inocentes, obra de Brunelleschi. Adornando esta fachada aparecen unos medallones en terracota con motivos alegóricos a la función del hospital: niños en pañales, niños abandonados, llamando a su madre, etc.

Hospital de Los Inocentes

      El dia iba llegando a su fin y las piernas empezaban a flaquear así que el mejor remedio fue sentarnos a tomar una cerveza mirando al Duomo. Como levantarse resultaba complicado, nos quedamos a cenar.




      Tengo un especial recuerdo de la pasta que tomé en este restaurante. Al sentarme vi a una señora que estaba comiendo unas cintas de pasta, mas anchas de lo que estamos habituados con una especie de tomate seco y hierbas aromáticas. Todo adquiría el color rojizo del tomate y el aspecto era de estar muy jugoso. Así que ni miré la carta. Le hice un gesto a la camarera dando a entender que quería lo mismo que la señora. No me equivoqué. El sabor del tomate junto a un poco de picante y las hierbas hacían del conjunto algo sublime. Al final, junto a la correspondiente grappa pregunté el nombre de la pasta: Pappardelle.

Fachada Santa María Novella

      Volviendo al hotel pasamos por la plaza de Santa Maria Novella. La noche y la temperatura invitaban hacer un alto en el camino.  La imagen lo dice todo.

Ponte Vecchio

    La jornada había sido muy intensa, de mucho andar; y la verdad es que acabas cansado porque aparte de caminar te vas fijando en tantas cosas que al final es una suma de cansancios. No terminas de asimilar todo lo que ves. Por eso es mejor una buena retirada y un repaso a todo lo visto y hecho. El día siguiente prometía mucho. La mañana la teníamos libre y por la tarde visita guiada a los Uffici (museo) y luego a la Galería de la Academia.

Interior de Santa María Novella

      Desayunamos tranquilamente ya que no había ninguna prisa. Nos habíamos propuesto visitar el interior de Santa María Novella, La Capilla Medici, el Mercado de San Lorenzo y comer en algún restaurante antes de la cita en Plaza Señoría para las visitas guiadas. A cinco minutos caminando llegamos a la Iglesia de la Novella. En la fotografía superior podemos ver la nave central de donde cuelga una imitación de la famosa cruz de Giotto. Aquí también pudimos apreciar un púlpito realizado en mármol, entre 1443 y 1948 por Brunelleschi y que contiene escenas de la vida de la Virgen María.

Púlpito
     
      Visitado el interior de la iglesia salimos al claustro y ahí encontramos la llamada Capilla de los Españoles, inicialmente Sala Capitular de la iglesia. Una capilla totalmente decorada con unos magníficos frescos realizados por Andrea de Bonaiuto y terminados en 1365 . Posteriormente, a partir del siglo XVI pasó a llamarse Capilla de los Españoles porque la corte que acompañó a Leonor de Toledo a Florencia con motivo de su boda con Cosme de Médici oía misa en esta capilla.

Capilla de los Españoles

      Los frescos no se consideran de un elevado nivel artístico, según los entendidos, pero a mí me resultó una sala impresionante y entretenida a la vista ya que muchos de los motivos están prácticamente a nuestra altura, no como en otras iglesias que los tenemos en las cúpulas lo que obliga a adoptar posturas muy incómodas . Estas paredes están cubiertas con diversas escenas como La Exaltación de la Orden Dominica, El Triunfo de Santo Tomás, Historias de la Vida de San Raniero, etc. Visitamos alguna que otra dependencia más pero lo más importante quedó visto. Salimos con la idea de visitar la Capilla de los Medici, junto a la Iglesia de San Lorenzo pero, previamente, hubo una paradita para degustar un magnífico expresso (siempre entona y da alas para la siguiente visita).

Cúpula de la Capilla de los Príncipes

      La Capilla de los Médici es un edificio adosado a la Iglesia de San Lorenzo y se accede a través de una entrada propia desde la calle. Nada más entrar nos encontramos en la llamada Cripta de los Médici. Ahí reposan muchos miembros de esta familia y en la parte central, en vitrinas, pudimos contemplar parte del tesoro que poseían. Nos atendió una simpática azafata española que de forma gratuita nos explicó lo que allí podíamos ver. Por una escalera lateral subimos al primer piso y entramos en la Capilla de Los Príncipes. Una impresionante sala octogonal de 28 metros de diámetro y 59 metros de altura coronada por una impresionante cúpula decorada por Pietro Benvenuti en 1836 con temas bíblicos. Esta sala se encuentra decorada con mármoles oscuros de diferentes tonalidades y allí se encuentran seis monumentales sarcófagos adosados a las paredes y que corresponden a los grandes duques Médici: Fernando I, Fernando II, Cosme I, Cosme II, Cosme III y Francisco I.
 


Sarcófago de Cosme I

      En el sarcófago de la foto superior podemos apreciar el escudo familiar: cinco bolas con una superior adornada con la flor de lis. Con esta construcción está claro lo que querían demostrar los Médici: Poder y dinero. De aquí a través de un pasillo accedemos a la Nueva Sacristía. Este espacio fue inicialmente pensado para albergar los restos de esta familia. Miguel Angel fue el encargado de iniciar las obras en 1521, pero en 1527 los Médici fueron expulsados de Florencia lo que provocó un notable atraso en su realización. En 1534 Miguel Angel abandona definitivamente Florencia y la obra queda incompleta. Solo pudo realizar dos  monumentos sepulcrales en mármol blanco de Carrara: las tumbas de Lorenzo, Duque de Urbino y la de Juliano de Médici, Duque de Nemours. Son dos miembros Médici de poco renombre.

Tumba de Lorenzo, Duque de Urbino

      Realizada esta visita decidimos dar una vuelta por el Mercado de San Lorenzo. Muchos puestos al aire libre especializados fundamentalmente en prendas de cuero. Los curtidos eran una de las industrias más boyantes de la Toscana pero me temo que la procedencia actual de todos esos productos no sea precisamente de Florencia ni de los alrededores. El olor que desprendían recordaba a curtidos marroquís.

Mercado San Lorenzo

      La sed y el cansancio hacían acto de presencia. Muy cerca de ahí estaba el Mercado de San Lorenzo. Antiguo mercado hoy reconvertido en tiendas de alimentación y restaurantes. La planta baja alberga tiendas de alimentación en plan delicatessen donde predominaban la pasta, los quesos y los embutidos. Eran horas muy peligrosas, se acercaba la hora de comer. El piso superior era un hervidero de gente .Bares y restaurantes rodeaban una zona central llena de mesas y sillas en las que te sentabas para poder comer o beber. Era mediodía y creo que todo el turisteo de Florencia nos encontrábamos allí. Todo hay que decirlo: estaba decorado con mucho gusto. Salimos del Mercado y caminando llegamos a una trattoria. Estaba vacía y nos sentamos en una mesa. Allí había un camarero y otro que tenía toda la pinta de ser el dueño porque le trataba como a un esclavo. Comimos bien y rápido.

Trattoria

      Nos vino bien ese momento de relax. Café, grappa y andando a la Plaza de la Señoría, junto a la estatatua de Benvenuto Cellini (1500-1571):  Perseo con la cabeza de Medusa. Impresionante bronce considerada la mejor obra del autor.

Perseo con la cabeza de Medusa

      A partir de ahí otra vez con Matteo, el guía. La tarde prometía ya que íbamos a visitar el Museo de Uffizi. Edificio adosado al Palacio Vecchio construido por Giorgio Vasari (el mismo del Corredor Vasariano) hacia 1560 por orden de Cosme I de Médici. La traducción de Uffizi sería "de las oficinas" ya que allí se albergaron las oficinas de los poderes florentinos  al quedar pequeño el Palacio Vecchio. En el siglo XVIII la dinastía Médici se extinguió y los poderes florentinos pasaron a la dinastía austríaca de los Lorena. Todas las obras de arte acumuladas por los Médici corrían el peligro de ser trasladadas a Viena pero la última duquesa Médici, Ana María, las donó a la ciudad de Florencia en testamento. Este edificio "de las oficinas" fue acondicionado y en 1765 pasó a convertirse en el actual Museo o Galeria de Uffizi.

Interior de los Uffici

      Sería muy largo enumerar o describir la cantidad y calidad de la obra allí expuesta. Maravilla pasear por esas galerías como la de la foto viendo tanto arte. Solamente contemplar los dibujos de la techumbre te transporta al Domus Aurea o Casa de Oro de Nerón destruída por un incendio en el año 64 dC. Esos dibujos son los llamados "Grutescos". Grutescos porque cuando se descubrió, parte de ese palacio estaba enterrado, como en una gruta, y se pudo ver que ese tipo de dibujo aparecía en las techumbres y paredes de la Domus Aurea. Con este detalle, entre otros, podemos ver como el término Renacimiento expresa un renacer de lo que ya había existido en la época del Imperio Romano.

Techumbre

      Una obra interesante por lo que tuvo de innovador es este cuadro de Paolo Uccello (1397-1475). Refleja la Batalla de San Romano. Aquí aparece por primera vez el recurso pictórico de la profundidad también llamado scorzo o escorzo. Hasta entonces la pintura se representaba como una obra plana, sin profundidad. En esta obra si nos fijamos en las lanzas del suelo, a la izquierda, podemos ver como se van alejando hacia el fondo. Esto es el scorzo.

Paolo Uccello: Batalla de San romano

      Seguimos por el museo buscando con Matteo las obras más representativas e importantes. Mucho público predominando los orientales. Yo me pregunto si se enterarán de algo. Le pregunté al guía si los había tenido alguna vez como grupo. Me dijo que si y que es agotador estar con ellos porque les tiene que explicar hasta quienes son La Virgen, Jesucristo, El Espíritu Santo, etc. El cree que para ellos es imposible asimilar nada pero ahí están, a miles.

Petro Della Francesca

      Fijémonos en el cuadro de arriba. Es de Petro Della Francesca (1415-1492). Representa al matrimonio formado por Federico de Montefeltro y su esposa Battista Sforza. Se titula Triunfo de la Castidad. Clara influencia flamenca. Vemos el perfil izquierdo del hombre con unos granos bastante importantes y un arranque nasal un tanto antianatómico. Pues bien, ese debía ser su lado bueno porque visto por el lado derecho su aspecto debía ser bastante más horroroso.

Adoración de los Reyes

      La Adoración de los Reyes Magos obra de Gentile da Fabriano. En la parte inferior derecha, en números romanos, podemos ver el año en el que fue pintado: 1423. Representa la adoración de los Reyes Magos. Hay dos planos pictóricos diferentes. En la parte superior vemos a los Reyes Magos en cabalgata dirigiéndose al portal y en la inferior y principal vemos a los Reyes y su séquito ataviados con imponentes y lujosas vestimentas, al estilo de la corte italiana. Detrás de la Sagrada Familia aparecen  dos mujeres que formarían parte del servicio de la Virgen y San José. Todo muy irreal. Aparte de la vaca y el burro también aparecen otros animales como halcones, guepardos, monos, un dromedario. No son animales simbólicos sino que es una manera que tiene el pintor de demostrar su capacidad de observación. Es una idílica visión del acontecimiento.

Sandro Botticelli

      Arriba vemos la que probablemente sea la obra más importante de los Uffizi: El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli (1445-1510). Mide 278,5 cm de ancho por 172,5 de alto. Se desconoce la fecha exacta de su ejecución y quien encargó al pintor esta obra aunque se atribuye a un miembro de la familia Médici: Lorenzo de Pierfrancesco de Médici. A pesar del título esta obra no representea exactamente el nacimiento de Venus sino que viajando sobre una concha y empujada por los dioses alados del viento, los Anemoi,  Venus llega a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican como Chipre, Pafos o Citerea, todo ello entre una lluvia de flores. A su derecha una sierva, Ora, espera con una túnica para vestirla.

Miguel Angel: La Sagrada Familia

      Esta es otra de las obras maestras de este museo: La Sagrada Familia, de Miguel Angel. Miguel Angel Buonarroti (1475-1564) fue arquitecto, pintor y escultor. Su vida artística transcurre entre Florencia y Roma, siempre arropado por grandes mecenas como los Médici y los diferentes papas romanos. En un apartado anterior hemos visto una de sus esculturas en la Nueva Sacristía de la Capilla Médici. Aquí podemos verle en su faceta de pintor. Me acuerdo perfectamente que la primera vez que estuve en Florencia (Agosto 1986) esta obra acababa de ser restaurada. Es la única obra pintada sobre madera que se conserva del autor. Incluso el marco es original habiendo sido tallado por el propio Miguel Angel. Esta obra le fue encargada por un rico tejedor florentino, Agnolo Doni, para conmemorar su matrimonio con Maddalena Strozzi, hija  de una poderosa familia de banqueros.

Ponte Vecchio

      Desde la parte trasera del museo podemos apreciar una típica vista del Ponte Vecchio y sobre él el Corredor Vasariano  que se prolonga hasta la parte inferior derecha de la fotografía.

 
Foto de Grupo
 
      Terminada la intensa visita a los Uffizi fuimos a la cafetería y allí nos hicimos unas fotos de grupo ante el imponente aspecto del Palacio Vecchio. Tras un refrigerio, fuimos andando hasta la Galeria de la Academia. Cientos de personas esperando pero gracias a las habilidades del guía conseguimos entrar sin prácticamente hacer cola.

Entrada de la Galeria de la Academia

      La obra cumbre de este museo es el David de Miguel Angel, para muchos la mejor obra del Renacimiento. Reconozco que es probablemente la obra que más me ha impactado de este viaje. Una colosal escultura de mármol blanco de Carrara, aunque por lo visto no de la mejor calidad, de 5,17 metros de altura y 5572 kg de peso. Hasta 1873 estuvo expuesta en la plaza de la Señoria, año en que se trasladó a este museo siendo ocupado su lugar por una copia también realizada en mármol blanco.

Miguel Angel: David
   
      La historia de esta escultura tiene su intríngulis. El bloque de mármol fue extraído de una cantera de Carrara. A través del Mediterráneo y ascendiendo por el río Arno llegó hasta Florencia. En 1501 la Opera del Duomo, institución laica encargada de la conservación de obras de arte y otras instituciones de Florencia, decidieron que ese bloque, extraído de Carrara 25 años antes, fuera esculpido por Miguel Angel para la realización de un David. Previamente, ese bloque,  había sido uilizado por otros escultores sin resultado alguno. A los dos años la obra fue terminada y expuesta en la entrada del Palacio Vecchio.




      La mires por donde la mires es una escultura soberbia, con tales proporciones corporales  que a partir de entonces fueron denominadas "El Canon Perfecto". Puedes estar observándola durante horas. No te cansas de verla. Si la miramos con detenimiento vemos como la mano derecha es un tanto desproporcionada. Hasta eso estaba hecho a propósito. La idea era colocar esta escultura a una altura superior a la que está para así poder contemplarla y que esa mano no desentonara con el resto de la escultura. Es decir, verla de abajo hacia arriba.




      Sin duda una visita muy recomendable y que aparte del David, a ambos lados del pasillo que nos conduce a David, podemos ver unos inmensos bloques de mármol que fueron inicialmente tallados por Miguel Angel y quedaron sin terminar. Permanecimos un buen rato admirando semejante maravilla y poco a poco volvimos al hotel para vestirnos de gala. Esa noche cenamos en el hotel. Una cena de la que ni me acuerdo y que dejaba mucho que desear. El día siguiente se presentaba muy intenso ya que visitaríamos Pisa y Lucca.