martes, 18 de mayo de 2010

LA FOTOGRAFIA

Probablemente sea mi afición favorita. Lo repito, soy un aficionado más y procuro hacer muchas fotografías aprovechando las técnicas digitales. También le doy al retoque, cosa que me entretiene muchísimo, por lo que aconsejo  al personal que lo practique. Pertenezco a la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa desde hace varios años y participo en su concurso social que es de periodicidad mensual. Lamento no poder ir a las reuniones en las que se valoran y puntúan las fotos que participan porque ahí se aprende mucho. También se aprende a escuchar y a aguantar el chaparrón cuando califican tus fotografías. Me gusta esta sociedad porque es totalmente altruista. Colaboramos con una cuota que podría definirse casi como simbólica y sin embargo nos organizan cursos, exposiciones y charlas con personajes interesantes. Su página web es muy dinámica y el  foro merece la pena. En fin, un lujazo.
Recuerdo la primera vez que cayó en mis manos una máquina fotográfica,  leí las instrucciones y aprendí conceptos como obturador, diafragma, distancia focal, velocidad de obturación, etc. Estaba estudiando Medicina, aquí, en San Sebastián y, por motivos que no vienen a cuento, vivía con mis abuelos maternos. Un día me diagnosticaron un Neumotórax espontáneo y me aconsejaron reposo en casa durante 3-4 días. Enredando en un cajón donde mi abuelo guardaba prismáticos, máquinas de fotos, etc me encontré con una máquina fotográfica alemana y con instrucciones en castellano (maravilloso). Mi abuelo por motivos de trabajo iba bastante a la Alemania de la postguerra y en uno de esos viajes se hizo con esa máquina (años 50) cuya fotografía reproduzco aquí.

Es una Contax de la casa Zeiss Ikon AG de Stuttgart. Esta marca fué creada en 1929 y permaneció como tal hasta el final de la II Guerra Mundial. Al tener varias fábricas distribuídas por Alemania, éstas cayeron en diferentes manos según en qúe localidad  se encontraran. Quedaron dos marcas: la de Stuttgart (en manos aliadas) y la de Dresden (en manos soviéticas). Es una máquina que todavía funciona a la perfección, totalmente de acero. De vez en cuando compro un carrete "de los de antes" y disparo fotos. La calidad es excepcional. Tiene una óptica fuera de serie apreciándose en las fotos  el mínimo detalle. En la foto se aprecian varios componentes: objetivo de 50 mm intercambiable con obturador de cortinila metálica, el visor-telémetro que permite encuadrar con una sola mirada y enfocar simultáneamente, tapa de ventanilla para ajustar el exposímetro que está en la parte superior, ruedas con las que ajustar el DIN o ASA, la velocidad de obturación, el difragma, etc.

Aquí podemos ver la parte superior de la máquina con el exposímetro y las ruedas con las que ajustar lo dicho anteriormente. Es totalmente manual, es decir, para sacar una foto hay que hacer ajustes manuales de todo. Si ahora nos llaman pesados al sacar fotos qué sería entonces. No es una máquina reflex, es decir, no se ve a través del objetivo sino a través del visor-telémetro y sin embargo los objetivos se pueden intercambiar. ¿Cómo conseguirlo si la visión es siempre la misma?. Esta Contax lo resuelve de la siguiente manera: se intercambia el objetivo y en el carril donde iría el flash se coloca un visor universal con distintas distancias focales (como si fueran las diferentes lentes de un microscopio), buscamos la correspondiente (135 mm en este caso) y mirando a través de este visor contemplamos lo que saldrá en la foto. En la siguiente foto podemos apreciar el visor y el objetivo de 135 mm.

Al ser de acero  pesa lo suyo (788 gr frente a los 456 gr de la Canon 400 D). Hay que llevarlo en su "estuche". Aquí encontré, en un bolsillo superior, un juego de filtros de colores que, confieso, nunca los he usado. Es de excelente cuero y todo encaja perfectamente, a la alemana.




Es una verdadera joya todavía en funcionamiento.
Actualmente la tengo en una vitrina junto a otras cámaras de las que hablaré en otra ocasión.
Si entramos en la eterna discusión de analógicas/digitales yo lo tengo claro: Digital. Lo que te permite lo digital es increíble. Siempre ha sido el sueño de todo fotógrafo: poder ver lo que has hecho al instante y si no te gusta lo borras. Los retoques que se pueden hacer son innumerables y las herramientas de las que disponemos son muy potentes. El tamaño si importa. Existen en el mercado máquinas digitales del tamaño de un paquete de tabaco o menores con unas prestaciones ilimitadas lo cual facilita su transporte. Las tarjetas de memoria son cada vez de más capacidad y se van abaratando. En fin, muchas ventajas.
Todo esto no debe hacernos olvidar lo que fué la fotografía analógica y la calidad de las máquinas que se fabricaron.
Saludos,



sábado, 1 de mayo de 2010

BROCANTE EN IPARRALDE







Los mercadillos de brocante gozan de gran tradición en Francia. Es muy habitual al viajar por Francia encontrarse en los pueblos y ciudades letreros alusivos a dichos mercados, la mayoría de ellos anunciados con cierta periodicidad. Se puede decir que el brocante es una institución muy conocida en Francia. Compran y venden de todo. Desde puestos con utillaje doméstico a ropa de segunda mano pasando por los profesionales de la antigüedad, bisutería, mueble, etc. No olvidemos a los libreros de viejo y cartelistas. Encontramos personajes anónimos que en su afán de sacar algo de beneficio a sus pertenencias no dudan en poner a la venta objetos personales y ropa usada. Amortizan, de alguna manera, una inversión hecha hace años.
 En Iparralde son muy habituales estas ferias. Se repiten mes a mes los fines de semana y siempre en diferentes localidades; Hendaya, Anglet, Sokoa, Ahetze....
Por conocidos me voy a referir a los de Ahetze y Anglet.

AHETZE
Es una preciosa localidad del suroeste francés situada a mitad de camino entre San Juan de Luz y Biarritz (a unos 10 Km de cada localidad). Se accede a través de la carretera nacional de San Juan de Luz a Biarritz. Si vamos desde San Sebastián a través de la autopista, salimos en San Juan de Luz Norte y de aquí nos dirigimos hacia Biarritz. En una curva a la izquierda nos encontramos con el letrero "Ahetze 4".
Actualmente presenta un censo de 1505 habitantes y su aspecto es típicamente vasco-francés. El tercer domingo de cada mes tiene lugar el mercadillo. Hay alrededor de 250 puestos que se distribuyen por todo el pueblo. Desde el parking de la entrada pasando por la plaza incluso dentro del frontón de trinquete.



Desde aproximadamente las 8 de la mañana los feriantes ya han dispuesto toda su mercancía y la gente comienza a llegar. Nosotros, tempraneros que somos, salimos de San Sebastián hacia las 9h y en media hora estamos allí. Es un plan muy entretenido para un domingo por la mañana, siempre y cuando el sábado haya sido "tranquilo". Lo primero que te llama la atención es el silencio. No hay un puesto con ´"música" ni un charlatán que te ofrezca "todo a tré". Puedes encontrar de todo y a todos los precios. Nadie te atosiga y te dejan en paz. Da gusto. A media mañana un café au lait junto al frontón y a seguir mirando. Los españoles empiezan a llegar a media mañana. Hacia las 12 más o menos, nos escapamos. Algo siempre cae.


En estas fotografías se puede apreciar el aspecto de este mercadillo.
ANGLET
Localidad del suroeste francés entre Biarritz y Bayona con 37000 habitantes aproximadamente. Tiene una gran diversidad cultural: la vasca por un lado y la gascona por otro. El cuarto sábado de cada mes se celebra el "Marché aux puces". Situado en pleno centro sobre una zona de aparcamiento. Al ser en un área rectangular obliga a una disposición más simétrica y ordenada de los puestos, cosa que no ocurre en Ahetze.
Se repite la misma sensación de tranquilidad. Desde mi punto de vista, la calidad de lo aquí ofertado es mayor. Hablando con los feriante se extrañan de que aquí no haya tradición de este tipo de mercados. Fuenterrabía se ha apuntado a esta afición y ofrece un mercado de brocante con periodicidad mensual en el puerto deportivo, aunque todavía con pocos expositores españoles. Como decía antes, se extrañan de eso y no lo entienden dada la cantidad de gente de aquí que nos desplazamos a estas localidades.


Me encontré con un feriante al que había comprado en Ahetze una caricatura de Sem. Sem fué un dibujante francés de finales del S. XIX  que realizaba dibujos a lápiz y acuarela. En  ocasiones caricaturas de personajes parisinos de la época. Esta persona me comentó que había empezado a ir a Fuenterrabia pero todavía el tema estaba un poco verde.
Los puestos que más han aumentado son los de ropa usada. Los franceses son muy mirados en cuanto al dinero se refiere. No tienen prejuicios a la hora de vender su propia ropa. Aquí la mandamos a alguna organización benéfica tipo Cáritas o a Emaús. Ellos si pueden sacar algún euro de su venta, adelante.
Es un buen plan para un sábado o domingo por la mañana. Siempre puedes encontrar algo interesante.
Saludos,