lunes, 16 de mayo de 2016

Museo Kröller - Müller

En un reciente viaje a Holanda tuvimos la ocasión de visitar este museo/jardín. Se encuentra en el Parque Nacional De Hoge Veluwe, cerca de Otterlo, a unos 100 km de Ámsterdam. Este parque tiene alrededor de 5000 hectáreas y ahí podemos encontrar el museo, el jardín y la vivienda privada del matrimonio Kröller-Müller.


En 1909  Anton Kröller y Helene Müller adquirieron estos terrenos. El, un próspero hombre de negocios muy aficionado a la caza y ella muy aficionada al arte fueron adquiriendo poco a poco una impresionante colección de arte moderno, casi 11500 obras, asesorados por el profesor de arte Hendricus Peter Bremmer. En 1935 ceden las obras al estado y en 1938 se abre el museo junto a un amplio jardín de esculturas. Esta colección se convierte en un importante exponente del arte moderno.


Catálogo. Cuadro de Van Gogh


 Noventa cuadros  y ciento ochenta dibujos de Van Gogh constituyen, después del Museo Van Gogh de Ámsterdam, la segunda colección más grande del mundo del pintor holandés. También podemos admirar obras de Picasso, Juan Gris, Renoir, Monet, Mondrian, Modigliani, Brancusi, Odilón Redon, Giacometti, etc.


Picasso


Giacometti


Sala Van Gogh


Podríamos hablar que este museo/jardín consta de dos parte diferenciadas. Una al aire libre, el jardín,  una especie de Chillida Leku pero a lo grande con obras de Rodin, Christo, Moore y Hepworth entre otros y otra, el museo propiamente dicho, en un precioso edificio de una planta encargado a Henry Van de Velde que está perfectamente integrado en el bosque.



 También se puede visitar el llamado pabellón de caza, edificio encargado al arquitecto Hendrik Petrus Berlage y que fue la residencia de este matrimonio.


Pabellón San Hubertus


 En 1935, como he explicado antes, el matrimonio, sin descendencia, decidió donar al estado toda la colección para que permaneciera unida con la condición de crear un museo que pudiera ser visitado. Otra de las condiciones fue que no se interviniera en el bosque y que la naturaleza fuera ejerciendo su función sin intervención del hombre.


Christo


Cuando uno llega a este parque lo primero que llama la atención es lo frondoso del bosque formado por brezales, pastos y dunas móviles. En él habitan ciervos, muflones y jabalíes. A la entrada el visitante encuentra a su disposición 800 bicicletas para poder recorrerlo. Vale la pena realizar un paseo a pie por las 25 hectáreas en las que la escultura moderna dispone de un escenario natural. Es un recorrido dentro del bosque y a medida que vas paseando vas descubriendo esculturas perfectamente identificadas. La que más me llamó la atención fue la de Jean Dubuffet (Jardin d'émail) obra en la que te puedes introducir y que la muestro al final de este artículo. Una vez dentro la puedes interpretar de muchas maneras.


Van Gogh - Los comedores de patatas


Una vez recorrido este circuito pudimos ver las obras dentro del museo. La colección de Van Gogh impresionante.  Esta colección te permite ir viendo su evolución desde sus comienzos, donde destaca el cuadro "Los comedores de patatas", que nada tiene que ver con lo que posteriormente pintó en su estancia en La Provenza donde destacan la luz y el color.


Van Gogh


Impresionistas franceses y el cubismo representado por Picasso y Juan Gris también puede ser vistos.
Comimos allí mismo, en una carpa con mesas que resultaba muy agradable y no desentonaba para nada con el entorno. Después  fuimos a visitar el pabellón de caza o Pabellón San Hubertus, que fue la residencia del matrimonio Kröller-Müller.


Comedor


Solamente lo pudimos ver desde fuera, en un entorno impresionante y con un lago situado delante de la casa.

Van Gogh


Vale la pena la visita a este museo/jardín tanto por el entorno como por la impresionante colección de arte moderno que posee. Aseguro una grata experiencia.

Jean Dubuffet (Jardín d'émail), 1974


Un saludo,