domingo, 1 de diciembre de 2013

Hannah Arendt

      Leyendo en el periódico la crítica de las últimas películas estrenadas hubo una que me llamó la atención: Hannah Arendt. El argumento era muy sugerente así que fui a verla. Reconozco que nunca había oído hablar de esta persona. Una vez vista la película me vinieron a la cabeza muchas dudas y preguntas. Entré en Internet y me di cuenta que había muchísima información sobre ella. Además, sus teorías sobre "la banalización del mal" eran perfectamente exportables a muchos conflictos que se han vivido en muchos lugares, incluído el nuestro.




      El 11 de Mayo de 1960, el Mossad (servicio secreto israeli) secuestraba en un barrio de Buenos Aires al nazi Otto Adolf Eichmann, principal organizador del exterminio de seis millones de judíos. Todo había comenzado 2 años antes cuando Ben Gurion, creador del estado de Israel y primer ministro entonces, ordenó al Mossad secuestrar a Eichmann y llevarlo a Israel para ser juzgado. Ya en 1959 la Corte Suprema de Buenos Aires había rechazado la extradición pedida por un land alemán de Joseph Mengele, célebre medico nazi conocido por sus experimentos con los prisioneros de Auschwitz. Este fallo anulaba cualquier posibilidad de que Eichmann pudiera ser extraditado a Israel.

      La película comienza precisamente con el secuestro de Eichmann y como, aprovechando una cumbre de jefes de estado en Buenos Aires, Eichmann es introducido en el avión de la delegación judía y transportado a Israel.


      El juicio duró varios meses y se retransmitió en directo. En you tube se pueden ver imágenes del juicio en blanco y negro y de muy buena calidad para la época. Eichmann fue condenado a muerte y ahorcado el 31 de Mayo de 1962.

      Hannah Arendt (1906-1975) filósofa alemana de origen judío emigró a Estados Unidos durante la época nazi y fue enviada al juicio de Eichmann como enviada especial de la revista The New Yorker para que escribiera cinco artículos sobre el proceso. No solo cumplió con su trabajo sino que algo muy profundo removió su conciencia y le "obligó" a escribir uno de sus ensayos más famosos y conocidos: "Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad del mal". Las reacciones de las asociaciones judías a nivel mundial no tardaron en aparecer. Fue acusada de traidora, de insolidaria con los crímenes del nazismo y sus mejores amigos americanos y judíos le negaron el saludo.




      Pero ¿qué originó esta respuesta?. Fundamentalmente fueron tres los temas que indignaron a sus lectores.

      El primero fue el propio concepto de la "banalidad del mal". Durante el juicio el fiscal de una manera sonora y con múltiples aspavientos acusó a Eichmann de ser un monstruo que odiaba a los judíos de forma patológica y que friamente había organizado su liquidación. Según Arendt Eichmann no era ni un monstruo ni un demonio sino un hombre normal y corriente que se adhirió al movimiento nazi que no se entendía sin el antisemitismo y lo puso orgullosamente en práctica. Un hombre disciplinado, aplicado, un burócrata: no un Satanás sino una persona "terriblemente normal". Es decir, no necesariamente debía tener una personalidad como Hitler sino presentarse en un envase cotidiano siendo un buen padre de familia, ciudadano ejemplar, etc. Estos personajes banales quizás son los peores, segun Arendt. El segundo tema se refería a la posición que adoptaron los líderes de algunas asociaciones judías que para salvarse ellos entregaron a las autoridades nazis inventarios de sus congregaciones coaborando así con la deportación masiva de judíos a los campos de concentración. Y el tercer motivo fue el de la propia legalidad del juicio. Sostenía que encubría un mero acto de venganza y que Israel había violado leyes internacionales con su secuestro. También que Eichmann no podía ser juzgado en Israel habiendo cometido los delitos de los que se le acusaban en otro país. ¿Debía de haber sido juzgado por un tribunal internacional como fue el de Nuremberg?.

Imagen de la película

      Hannah Arendt en la parte final de su ensayo Eichmann en Jerusalén apunta "En la actualidad son muchos los que están dispuestos a reconocer que la culpa colectiva o, a la inversa, la inocencia colectiva, no existe y que si verdaderamente existieran no habría individuos culpables o inocentes. Desde luego eso no implica negar la existencia de la responsabilidad política la cual existe con total independencia de los actos de los individuos concretos que forman el grupo.

      Yo estoy de acuerdo con lo que escribió Javier Elzo sobre este tema en su blog (Sept 2013) refiriéndose a la situación vivida en el País Vasco durante los años de existencia de ETA. Herri Batasuna y sus diferentes marcas, a través de su apoyo a las tesis etarras (gritos como ETA mátalos, Atutxa entxun pim,pam,pum.....) es tan responsable de las atrocidades cometidas por ETA como la propia ETA. Y si de ETA, como de las SS alemanas o las policías secretas cubanas, chinas o coreanas, no se puede esperar el arrepentimiento, tiene que ser la propia HB, Sortu, Bildu, etc, la que pida disculpas al pueblo vasco, catalán, madrileño, en general al pueblo español, por todas las barbaridades cometidas en este país en nombre del pueblo vasco.

      Un saludo,

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