martes, 5 de diciembre de 2023

Las hijas de la criada

 Sonsoles Ónega es la autora de este libro y ha sido la ganadora el Premio Planeta 2023 en su 72 edición. La ceremonia de entrega tuvo lugar, como siempre, la noche del 15 de Octubre en Barcelona, día de Santa Teresa de Jesús. El motivo celebrarse ese día se debe a que coincidía con el santo de la mujer del fundador de la Editorial Planeta José Manuel Lara Hernández.


Sonsoles Ónega es una periodista más conocida en su faceta televisiva que en la de escritora aunque tiene varios libros publicados: "Calle Habana esquina Obispo", "Donde Dios no estuvo". Su mayor éxito literario ha sido la novela "Después del amor" (2017) ambientada en la España de la II República. Hija del conocido periodista Fernando Ónega, no cabe duda que desde pequeña ha convivido con el periodismo. Nació en Madrid en 1977 y estudió periodismo en la Universidad CEU San Pablo. Inició su carrera profesional en CNN+ y posteriormente en la Cuatro. Más tarde pasó a los servicios informativos de Telecinco como cronista parlamentaria y  presentó el programa "Ya es mediodía". En Julio de 2022 fichó por Atresmedia Televisión para presentar un nuevo proyecto: "Y ahora Sonsoles".



La historia que narra el libro tiene lugar fundamentalmente en Galicia, concretamente en Punta do Bico, en la Ría de Arosa. También hace referencia a Cuba, Argentina, Vigo. La trama se inicia a principios de 1900. La acaudalada familia Valdés vive en un pazo cuidado por un matrimonio: Renata y Domingo. La casualidad quiere que Doña Inés, esposa de Don Gustavo Valdés dueño del pazo, y Renata, den a luz dos niñas prácticamente a la vez. Ambas son hijas de Don Gustavo. Renata, en un acceso de venganza hacia Don Gustavo por la indiferencia hacia su hija  intercambia las dos niñas queriendo para la suya un futuro mejor. Diferentes acontecimientos van surgiendo a lo largo del libro que hacen que la lectura sea muy entretenida y amena.



Desde hace unos años este premio no goza de muy buena crítica ya que en él confluyen intereses comerciales. Como el premio está dotado con un millón de euros (más que el Premio Nobel) veo lógica la posición de la Editorial de premiar un libro escrito por una persona conocida y con una trama sencilla para que pueda ser leído por diferente tipo de público.

Animo a que el personal lo lea.

Un saludo,


lunes, 20 de noviembre de 2023

Andalucía: Jaén y Córdoba (1)



 Han sido los destinos del último viaje que hicimos hace unos días. Era una excursión ya programada pero que tuvimos que aplazar por culpa de la pandemia. En Córdoba ya habíamos estado hace años, concretamente en 1995. Coincidiendo con la estancia en Sevilla con motivo de la Feria de Abril nos desplazamos con unos amigos en el AVE a Córdoba. Visitamos la Mezquita y comimos en el Caballo Rojo, un clásico del rabo de toro. Fue una estancia breve ya que el mismo día volvimos en el tren a Sevilla.  La provincia de Jaén  la conocía de paso ya que de pequeño, con mis padres, íbamos todos los hermanos en un 1500 a pasar 15 días a Benalmádena y pasábamos por La Carolina (Jaén). Como anécdota coincidió que en uno de esos interminables y calurosísimos viajes en pleno Julio (más de 12h atravesando la Península) el Seat tuvo una avería cerca de La Carolina y creo recordar que tuvimos que parar allí. Ese es todo mi confuso recuerdo de esa provincia.


Seat 1500

Pues bien, decidimos salir un jueves dirección Toledo. Primera escala del viaje. La lluvia estuvo presente durante todo el trayecto pero a partir de Somosierra la cosa se fue complicando. Su intensidad fue aumentando  y la niebla que cubría el puerto no desapareció. Parecía que la habían anclado al paisaje. Aquello parecía el Diluvio Universal y encima con una visibilidad muy reducida. Pero bueno, con paciencia y buen humor llegamos a destino. Pasamos la tarde/noche y al día siguiente nuestro objetivo era llegar a Baeza, localidad de la la provincia de Jaén donde pernoctamos 3 noches en el hotel Campos de Baeza (www.hotelcamposdebaeza.com), establecimiento situado un poco en las afueras pero  caminando 10 minutos llegabas al centro.


Hotel Campos de Baeza

Baeza, municipio de la provincia de Jaén alberga actualmente cerca de 16000 habitantes y es una de las localidades más importantes en la elaboración del aceite de oliva. El paisaje es impresionante: no terminas de ver el final de los campos de olivo. Se suceden de manera imparable. El desplazamiento en coche por la zona es un deleite para la vista. 



Hagamos un poco de historia. En el S.VIII es ocupada por los musulmanes y le ponen de nombre Bayyasa. Tras la batalla de las Navas de Tolosa el 16 de Julio de 1212 el imperio musulmán se desmorona y surgen los Reinos de Taifas. Bayyasa queda como capital de una de las Taifas. El 30 de Noviembre de 1227 Fernando III el Santo toma posesión definitiva de Baeza y la incorpora al Reino de Castilla. El año 2003 la UNESCO declara los monumentos renacentistas de Baeza  Patrimonio de la Humanidad, al igual que los de la vecina Úbeda.



Llegamos al mediodía y en el hotel preguntamos por un sitio para comer. Nos recomendaron un bar donde sirven raciones: Taberna el Arcediano. No se equivocaron. Perfectamente integrado en el casco histórico y detrás de la plaza principal. Allí nos despachamos unas raciones de tortilla de trigueros con setas, ensalada de tomate y una tarta de queso. Todo acompañado del vino de rigor y el café. Muy bien atendidos. Muy recomendable. Terminamos de comer y dimos una vuelta por la ciudad. 


Taberna El Arcediano

Llama la atención la profusión de edificios renacentistas. La razón estriba en el gran impulso que Baeza adquirió los siglos XV y XVI gracias a la gran producción cerealística, maderas, azafrán, vid y olivo. También tuvo mucha importancia la industria de los curtidos. Todo esto hizo que una pequeña nobleza local quisiera proyectar su estatus social con la monumentalidad de sus casonas. Un ejemplo es el Palacio de los Salcedo, construído por Juan Rubio de Salcedo a principios del siglo XVI. Actualmente es un establecimiento hotelero.


Palacio de los Salcedo

Paseando por la zona admiramos elementos tan interesantes como la Plaza del Pópulo o de los leones. Varios elementos arquitectónicos destacan. En el centro la Fuente de los Leones  que procede de la localidad iberoromana de Cástulo (cerca de Linares). Fue instalada en el siglo XVI. 


Fuente de Los Leones

También podemos ver el Arco de Villalar con el escudo real (levantado en 1522 para conmemorar la victoria de Carlos I sobre los comuneros en la Batalla de Villalar) y la Puerta de Jaén. 


Arco de Villalar (izda) y Puerta de Jaén (dcha)

Dos edificios completan la monumentalidad de esta plaza: La Casa del Pópulo de estilo plateresco (actual Oficina de Turismo) y las Antiguas Carnicerías construído en 1547 durante el reinado de Carlos I (inconfundible su escudo en la fachada) y que servía de matadero en la planta baja y de venta de carne en el piso superior.


Casa del Populo





Antiguas Carnicerías


Seguimos caminando por ese centro histórico totalmente peatonalizado y nos encontramos con una fachada impresionante perteneciente al Palacio de Jabalquinto. Es uno de los elementos patrimoniales más importantes de Baeza. Es de estilo Reyes Católicos y fue mandado edificar a mediados de siglo XV por el Señor de Jabalquinto (Juan Alfonso de Benavides Manrique) primo segundo de Fernando el Católico. Tras muchos avatares actualmente acoge la Sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía.


Palacio Jabalquinto


La fachada está adornada con profusión de puntas de diamante, clavos de piña, pináculos, heráldica, etc. La puerta, centrada, presenta un arco conopial en su parte superior. Encima dos ventanas gemelas y sobre ellas ocho escudos "a la valona" (inclinados). En interior existe un patio renacentista que no pudimos visitar por encontrarse cerrado. Seguimos paseando y en una céntrica calle peatonal nos encontramos con una escultura en bronce de un personaje sentado en un banco leyendo delante de la fachada del Nuevo Casino. Nos acercamos y comprobamos que se trataba de Antonio Machado. Indagando, descubro que entre 1912 y 1919 vivió en Baeza ocupando la cátedra de Lengua Francesa en el Instituto General y Técnico de la localidad.


Escultura de Antonio Machado

La tarde fue transcurriendo poco a poco mientras visitábamos lo más interesante de la ciudad. El día había sido largo, viaje incluído, así que nos retiramos al hotel y preparamos la excursión del día siguiente. Los destinos iban a ser Cazorla y Úbeda.


Calle de Baeza

Serían las 10 de la mañana cuando nos pusimos en marcha tras un buen desayuno. La primera visita sería Cazorla, localidad jienense distante a 52 km de Baeza. Situada en la vertiente norte de la Sierra de Cazorla, lugar de nacimiento del río Guadalquivir. En 2022 se encontraban censados 7183 habitantes. Su historia data desde el año 2000 a.C. y aquí asentaron pueblos íberos, romanos y musulmanes. Durante la Guerra de Independencia sus vecinos se distinguieron por luchar activamente contra los franceses. Todavía se pueden apreciar vestigios de la pelea como las ruinas de la iglesia mayor de Santa María que nunca fue reconstruida.


Iglesia mayor de Santa María


Aparcamos el coche, tomamos un café y fuimos callejeando. En el centro nos encontramos con una soleada plaza peatonalizada rodeada de edificios que algunos merecían la pena. El resto se veía que eran de nueva construcción y la verdad es que no seguían un patrón uniforme. Poco a poco fuimos adentrándonos en el casco antiguo donde predominaban  calles estrechas con mucho encanto que descendían a otra plaza, la plaza de Santa María, muy concurrida y con terrazas que invitaban a sentarte y tomar algo. Es, seguramente, el lugar de ocio de Cazorla


Plaza de Santa María


En la zona superior un mirador nos ofrecía unas preciosas vistas de la Sierra de Cazorla y del Castillo de la Yedra en el que se aprecia una mezcla de construcción árabe y cristiana y arquitectura claramente mozárabe.


Castillo de la Yedra


Continuamos el recorrido por la Ciudad. Título otorgado por las Cortes de Cádiz al valor de sus ciudadanos durante la Guerra de la Independencia.







Dejamos Cazorla para dirigirnos a Úbeda, localidad jienense a 10 km y que tal y como he escrito antes, sus edificios renacentistas fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto a los de Baeza, en 2003.




Úbeda, municipio de la provincia de Jaén capital de la comarca de la Loma. En el año 2022 había censados 34062 habitantes. La agricultura ocupa a más del 50% de la población siendo centro neurálgico de la producción olivarera y uno de los mayores productores y envasadores de aceite de oliva. Esta comarca abarca un 15% de toda la producción aceitera mundial.





El año 206 a.C. Úbeda es ocupada por los romanos bajo la denominación de Baetula y con la llegada de los árabes adquiere cierta entidad y es refundada por Abderramán II bajo la denominación de Ubbadat Al-Arab rodeándose de murallas y siendo una de las ciudades más importantes de Al-Andalus. En 1233 es conquistada por Fernando III de Castilla tras seis meses de largo asedio. Los siglos XIV, XV y XVI son los de gran esplendor debido a que se le otorga una amplia jurisdicción que hace que la nobleza se acomode en esta localidad. Especialmente destaca la influencia de Francisco de Los Cobos, secretario particular de Carlos I siendo impulsor de la construcción de palacios de inspiración renacentista gracias a la implicación del arquitecto Andrés de Vandelvira. Como no, otro de los grandes beneficiados de este crecimiento es el clero. Los siglos XVII y XVIII comienza la decadencia de Úbeda y  la Guerra de la Independencia lleva a esta ciudad al estado de "ruina económica".


Basílica de Santa María de los Reales Alcázares


Las guerras carlistas y las diferentes revoluciones liberales perjudicaron aún más a la población. En la década de 1920 numerosos proyectos intentan relanzar la comarca con la construcción de la línea férrea Baeza-Utiel que pasaría por Úbeda y serviría para conectar la comarca con el Levante. En 1964 se decidió interrumpir su construcción estando ya muy avanzada. A partir de la década 60-70 cobra de nuevo gran impulso gracias al desarrollo industrial relacionado con el aceite de oliva y como ciudad de servicios al ser nombrada capital de la Comarca de La Loma.




Llegamos a Úbeda a la hora de comer. Habíamos reservado mesa en el Parador Nacional "Condestable Dávalos" situado en la Plaza Vázquez de Molina en pleno Casco Histórico. Este establecimiento hotelero se encuentra en el  Palacio del Deán Ortega un palacio de gran pureza renacentista del siglo XVI (el primer palacio que se transformó en Parador Nacional) atribuido a Andrés de Vandelvira en el que destacan su fachada y un espléndido patio central.


 






Fachada del Parador Nacional


El comedor muy en la línea de Paradores Nacionales con un servicio atentísimo y muy profesional. La comida la calificaría de muy buena con una excelente relación calidad/precio. Esa parada nos vino muy bien ya que la mañana había sido muy intensa. 




La plaza donde se encuentra el Parador es uno de los mejores ejemplos de urbanismo renacentista que podemos encontrar en España. Junto al Parador destaca la Sacra Capilla del Salvador. Es el panteón del palacio de Don Francisco de Los Cobos y fue mandado construir por él. Es el icono de la ciudad.




El proyecto se encargó al burgalés Diego de Siloé y el proyecto lo realizó Andrés de Vandelvira a partir de 1540. Su primer capellán fue el Deán Ortega para quien se construyó el palacio que se encuentra a la izquierda y que actualmente es el Parador Nacional de Úbeda. Cuando terminamos de comer y aprovechando que la puerta estaba abierta, rareza absoluta actualmente, entramos y nos dirigimos al altar mayor a travesando una reja fundida en 1555 por Francisco de Villalpando según consta en su parte superior.


En el altar mayor, en su parte central, nos encontramos con la Transfiguración de Cristo en el Monte Tabor retablo atribuido a Alonso de Berruguete (1559). Durante la Guerra Civil fue destruido permaneciendo intacta sólo la figura de Cristo. Fue restaurado por Juan Luis Vasallo Parodi, imaginero gaditano (1908-1986).




Terminada la visita a la Capilla dimos un paseo por la Plaza Vázquez de Molina admirando otros edificios renacentistas. Posteriormente nos adentramos en el casco antiguo por una calle peatonal donde hicimos un breve descanso.



 
Úbeda también es conocida también por su cerámica. El ejemplo más representativo y que te lo encuentras por todas partes es la marca " Alfarería Tito", firma creada en 1965 por Juan Martínez Villacañas (Tito), Premio Nacional de Artesanía en 2006 y 2012.









El local es inmenso, con patios y naves llenos de cerámica. Hicimos alguna que otra compra. Iba anocheciendo y dimos por terminada nuestra estancia en Úbeda, localidad de la que guardaré grato recuerdo. Volvimos a nuestro cuartel general en Baeza y nos retiramos al hotel. Al día siguiente teníamos concertada visita a una almazara: Oleícola San Francisco.




A unos 6 Km de Baeza se encuentra la localidad de Begijar totalmente rodeada de olivos. En pleno casco urbano está la fábrica de aceites, tal y como aparece en su fachada. Organiza visitas guiadas tanto al olivar como a la almazara. Elegimos la modalidad mixta y al llegar apareció Manolo en un todoterreno. De todos los visitantes fuimos los únicos que elegimos las dos visitas. Así que nos pusimos en marcha y en 10 minutos estábamos contemplando desde una especie de mirador toda la vega del Guadalquivir y sus olivares. También nos fue señalando las diferentes almazaras dispersas por el paisaje.



Manolo estuvo sublime. Nos explicó con todo detenimiento todo lo que teníamos delante. Los microclimas gracias a la sierra de Cazorla, sistemas de regadío, diferentes tipos de olivos y de olivas, etc, etc. Volvimos al todo terreno y nos adentramos en un olivar. Estaban los olivos, a mi modo de ver, pletóricos de aceitunas aunque él nos insistió que de unos años a esta parte la producción a decaído  debido al cambio climático, y que ése era el motivo principal de la escalada de precios. Dentro de la plantación fuimos viendo de cerca lo que era un olivo y el diferente grado de maduración de las olivas según su coloración. Todo un mundo.




Calculo que la visita al olivar duraría una hora mas o menos. Se nos pasó volando. Volvimos a la almazara e iniciamos con el resto de visitantes un recorrido por su interior.
Manolo fue el guía y sus explicaciones muy didácticas. Pudimos ver las instalaciones preparadas para la cosecha de este año que también la esperan escasa. Las antiguas prensas las guardan en perfecto estado y no tienen ningún tipo problema en reconocer que la tecnología ha sustituido a los antiguos procedimientos para la obtención del aceite.





Pasamos por los depósitos donde almacenan el aceite antes de su envasado y donde se les asigna las diferentes categorías según el método de obtención.



Si algo me llamó la atención fue la limpieza y el orden. Daba gusto visitar la almazara. Todo estaba reluciente y cada cosa en su sitio. Una maravilla. Terminada la visita Manolo nos llevó a una sala con una mesa larga donde estaban dispuestas las diferentes modalidades de aceite que elaboran y unos vasos  de colores. Íbamos a hace una cata de aceite. Lo de los colores lo hacen para que no te guíes por el color del aceite sino por el aroma y el sabor.









Terminamos la visita en la tienda y compramos algunas botellas de diferentes tipos de aceite virgen extra entre ellas una de aceite de cosecha temprana que al fin y al cabo consiste en un aceite virgen extra elaborado con las aceitunas todavía sin madurar del todo, o sea, verdes, y que actualmente se ha puesto muy de moda.


El mediodía se acercaba y volvimos a Baeza. Teníamos reservada mesa en el Restaurante El Pájaro, situado en la plaza  y recomendado por un buen amigo. Allí fuimos. Estaba lleno. Era domingo. Un local muy elegante, muy bien decorado. Una amplia carta con platos muy sugerentes. Comimos estupendamente y el servicio impecable. Un gran acierto.



 


Por la tarde dimos un gran paseo por la ciudad. Anduvimos por calles que no conocíamos viendo edificios muy interesantes. Reconozco que en los días que estuvimos en Baeza conocimos muy bien la ciudad y sus alrededores (Úbeda y Cazorla). Una zona con mucha historia y con un rico patrimonio artístico y gastronómico. Nuestra siguiente etapa era Córdoba. Otras tres noches con una parada previa en Jaén capital para conocer su imponente catedral. Esta visita y la estancia en Córdoba será motivo de otra entrada.

Un saludo,








jueves, 16 de noviembre de 2023

Le dedico mi silencio

 Es el título del último libro escrito por el prolífico escritor peruano Mario Vargas Llosa y lo acabo de leer. Es una mezcla de ficción y ensayo ya que por un lado nos cuenta una historia protagonizada por el escritor Toño Azpilcueta y por otro nos introduce de lleno en el folclore peruano en el que el escritor nos deslumbra con sus amplios conocimientos.



La historia de Toño Azpilcueta se desarrolla en la década de los noventa en un Perú castigado por el terrorismo de Sendero Luminoso y nos describe la vida de un escritor de medio pelo que combina sus artículos sobre la música criolla peruana de la que es un gran conocedor colaborando en revistillas que muy poca gente lee, sus clases en un colegio y su vida familiar. Un día su vida da un giro inesperado y completo. Un conocido le invita a un espectáculo en el que actúa un guitarrista desconocido para él y que le deslumbra de tal manera que a partir de entonces su vida la va a dedicar a descubrir todo sobre él. Su nombre Lalo Molfino, un personaje esquivo y solitario. Toño Azpilicueta viaja a sus orígenes para intentar conocer todo sobre él: su historia personal, su familia, amoríos, cuando comienza a tocar la guitarra, maestros, etc. Con los datos que va obteniendo decide escribir un libro sobre el excelso guitarrista y el folclore peruano con sus variantes: Vals peruano, marineras, polkas y huainos. Una obsesión ronda por su cabeza  y es la posibilidad de que el folclore peruano sirva para provocar una revolución social que sea capaz de terminar con prejuicios sociales y raciales y una en un abrazo fraternal a todo el pueblo peruano. Todo esto lo plasmará en su libro.


La parte del ensayo se va entrelazando con la ficción a lo largo de la novela. Hace un amplísimo estudio  del folclore peruano, llamada música criolla y afroperuana. Como surge en los pobrísimos callejones de Lima  a finales del siglo XIX donde la indigencia y la miseria son manifiestas. Aquí se juntan sus pobladores y comienza a cantar y a tocar con guitarras, contrabajos, pianos y el  cajón peruano que consiste en una caja hecha con maderas duras y viejas que hace las veces de percusión y que se toca con las manos. Las clases altas limeñas rechazan este folclore. Ellos prefieren lo que viene de España. Aparece una extensa relación de cantantes, grupos, cajonistas y títulos de obras. Dos artistas aparecen como grandes impulsores de este nuevo movimiento: Felipe Pinglo  Alva y Mª Isabel Granda y Larco, más conocida como Chabuca Granda. Durante todo este relato se insiste en la utopía de la confraternización de todas las capas sociales gracias a la música criolla y como ésta servirá de unión a todos los habitantes del Perú ya que poco a poco y gracias a Chabuca Granda las clases sociales altas (ella provenía de ese estatus) van a ir aceptando esa nueva variante de la música peruana. Títulos como José Antonio, La flor de la canela y Fina estampa van a ir formando parte de su repertorio musical.


Otro de los temas que aborda con insistencia durante toda la novela es el de la "huachafería" y sus sustantivos "huachafo", "huachafa". Término que se podría equiparar a cursilería o al aparentar ser algo que no eres. Hace una amplísima exposición sobre a que aspectos de la vida se puede aplicar este adjetivo. Parece ser una palabra muy usada en el Perú. Pienso que ellos sabrán cuando y como utilizarla. A mi no me ha quedado muy claro aunque ya digo que se explaya en intentar explicar su utilización.

Cajón peruano

Un gran libro, una gran novela que nos sitúa en el Perú natal de Vargas Llosa al que da forma. Primorosamente escrito. Muy agradable y reposada su lectura. Sin sobresaltos aunque lo escribe con apasionamiento.

Vals peruano

Un saludo,