Santa María de Ujué

      Aprovechando un bonito dia invernal decidimos hacer una excursion por tierras navarras. El objetivo principal era la visita al Santuario de Santa María de Ujué o Uxue en euskera, situado en el centro de pueblo del mismo nombre y que destaca por encontrarse en la parte mas alta del núcleo urbano.

      Al llegar a Tafalla su dirección está perfectamente indicada y en unos 20 minutos aproximadamente llegas. Es uno de los lugares de Navarra en el que se unen la Montaña y la Ribera.

      Haciendo historia, cuenta la leyenda que un pastor persiguiendo a una paloma (uxua en euskera), descubrió en una cueva la imagen de la Virgen. Su origen es anterior a la invasión sarracena. Tras la Reconquista el rey de Aragón y posteriormente de Navarra, Sancho Ramírez, en agradecimiento a los habitantes de Ujué por la ayuda prestada, decide la construcción de un templo en honor a la Virgen. Dicho templo se levanta en 1089 y de él quedaría la actual cabecera triabsidial.

Cabecera del Templo

      En el siglo XV las naves son derribadas por orden del rey navarro Carlos II, conservándose la cabecera, para la construcción de un nuevo templo. Tanta era la devoción que este rey sentía por la Virgen de Ujué que donó su corazón que actualmente reposa junto al altar en una urna.

Vista de cabecera desde el interior

      O sea, que de la primitiva iglesia románica sólo se conserva la cabecera con sus tres ábsides.

      Posteriormente el castillo que se construye engloba a toda la iglesia. Como se puede apreciar en la fotografía de la cabecera, el muro del castillo deja entre ambos un amplio pasillo cubierto. Hay que tener en cuenta que la situación estratégica de la localidad, entre la Montaña y la Ribera, y las amplísimas vista que hay desde la iglesia, hacen de este pueblo un punto estratégico de primer orden para la vigilancia de un amplio territorio. 

      En el interior de la iglesia, en el altar, se encuentra la imagen de la Virgen que es románica aunque actualmente nuy recubierta.

Altar

      Es una visita muy recomendable por la proximidad y por la belleza del lugar. Si eso lo complementamos con una visita a Olite y una buena comida en cualquiera de los restaurantes de la localidad, el plan sale redondo.

      Un saludo,